lunes, 29 de octubre de 2012

Depresión: El Cáncer del Alma en Nuestro Tiempo.




Depresión: El Cáncer del Alma en Nuestro Tiempo.

Por. 
César S. Gómez Sánchez.


Ante la exterminación del siglo XX y el nacimiento del siglo XXI, he de afirmar la solidificación, existencia y virilidad, de la DEPRESION como una estructura en el modo de interactuar de “nuestro tiempo”, pues ha mutado, adaptado y evolucionado a través de la historia, hasta llegar a ser un CANCER que pasa desapercibido o es asintomático en su génesis y posee la cualidad de una rápida progresión destructiva de los pilares internos de la personalidad.

El neoliberalismo con su ritmo de oferta y demanda valorada en plata, así como el vertiginoso mundo light, con relaciones plásticas, delirantes e indiferentes, estimulan y nutren el cáncer del alma en los individuos de nuestro tiempo, pero en esta ocasión me reservare el placer de esgrimir una crítica a todas aquellas causas de diversas psicopatologías de lo contemporáneo, y preferiré concentrarme en mostrar con detalle el contenido de ese cáncer llamado DEPRESION, que merma a un ritmo acelerado el alma del hombre (Psiquismo).




Así que sin más veamos que es DEPRESION.

La depresión se manifiesta como una tristeza profunda y continuada que va acompañada de otras señales como: confusión mental, alteraciones del sueño y del apetito, pensamientos pesimistas, disminución de la energía, sentimientos de culpabilidad y de inutilidad, dificultad de concentración, etc.

Esta enfermedad tiene tratamiento con psicoterapia y con fármacos.La psicoterapia analítica o psicoanálisis enseña al paciente a averiguar las causas de su depresión, a saber qué problemas emocionales, carencia y frustraciones provocan este estado que generalmente tiene su origen en la infancia.En la depresión hay sentimientos de baja autoestima. La persona deprimida depende excesivamente de la aprobación externa, su autoestima puede descender hasta puntos peligrosos cuando no se siente valorado o reconocido por los otros.En general manifiesta un gran estado de dependencia y sumisión, necesidad constante de suministros del exterior para mantener la autoestima, grandes temores a ser abandonado, con lo cual muy a menudo el deprimido mantiene relaciones poco positivas o destructivas para él con tal de no sentirse solo.




Las personas con depresiones vuelven con frecuencia a situaciones infantiles, es decir hacen regresiones a la infancia, mostrando de esta manera que es de su propia infancia de donde vienen los conflictos, conflictos y frustraciones no superados, no resueltos en su momento, que implicaban grandes heridas.

La depresión del adulto no es más que la repetición de la depresión infantil que no se resolvió en aquel entonces y por la que ha quedado la tendencia a reaccionar de una manera análoga ante un desengaño o frustración presente. Estas depresiones infantiles generalmente no son reconocidas como tales.

El contenido de las heridas infantiles que precipitan una depresión en el adulto es variable. Pueden ser experiencias vividas como abandono y soledad, el nacimiento de un hermano, separación o disputas de los padres, sentimientos de culpa, etc. Todas estas condiciones predisponen a crear ulteriores depresiones ante circunstancias adversas de la vida.

La situación actual que puede llevar a una depresión es por lo general un fracaso amoroso, pérdida del trabajo, situaciones de cambio, pérdida de un ser querido, etc. Sin embargo sabemos que no todas las personas ante una situación así caen en una depresión, sino que le ocurre a quién ante esta situación actual ha revivido algo que ya le había ocurrido en la infancia, que permanece olvidado en el inconsciente porque le resultó intolerable.

El deprimido tiene la sensación de que el mundo está vacío, de que él también está vacío y sin embargo el cuerpo le pesa y por eso a veces come en exceso o compra cosas compulsivamente para llenar este hueco, consiguiendo tan sólo un alivio momentáneo.

La persona deprimida se queja constantemente de su suerte, pudiendo llegar a agobiar y a dominar a todos los que le rodean y para conseguirlo a veces actúa con arrogancia y puede convertirse en un tirano generando incluso una gran dependencia de los hijos para no sentirse solo.La discordia con el mundo que le rodea es constante. Hay serias dificultades para manejar los desacuerdos y las diferencias y se vuelve hostil y agresivo porque el mundo no es como él quisiera. Hay pues una mezcla de sumisión y rebelión y fuerzas que se disputan constantemente.




¿Qué causa la depresión?

La depresión puede afectar a personas que parecen vivir en circunstancias ideales, de tal forma, que no puede verse como un problema provocado únicamente por la situación que rodea al individuo.

Entre los factores que parecen jugar un papel en la depresión están:

· Factores de personalidad. Existen estilos de personalidad más vulnerables a la depresión. Aquellas personas con una autoestima deteriorada, fácilmente sobrepasadas por las situaciones de estrés, en general pesimistas, con ideas rígidas acerca de diversos aspectos de la vida, estarán más predispuestas a una depresión que otras sin estas características.
· Factores contextuales. La exposición a situaciones de violencia, negligencia, abuso, rechazo o pobreza acrecienta la probabilidad de desarrollar depresión.
· Factores sociales. Las situaciones de pérdida, en personas vulnerables, puede ser los detonantes de una depresión.
· Factores bioquímicos. Algunos desequilibrios bioquímicos en el cerebro, relacionados con ciertos neurotransmisores como la serotonina o la norepinefrina, pueden contribuir al inicio de una depresión, ansiedad, irritabilidad y fatiga.
· Factores genéticos. La depresión puede darse de forma más frecuente en algunas familias.

Por último, algunas enfermedades (tumor o deficiencia de vitaminas) pueden ocasionar sintomatología depresiva.


TIPOS DE DEPRESION.

La depresión no es trastorno unitario, sus causas, síntomas y gravedad pueden ser muy diversas, requiriendo en cada caso un enfoque terapéutico adaptado. Entre los cuadros depresivos que revisten mayor relevancia por el desajuste que provocan en el individuo se encuentran:

A) TRASTORNO DISTIMICO.

I. Estado de ánimo crónicamente depresivo la mayor parte del día de la mayoría de los días, manifestado por el sujeto y observado por los demás, durante al menos 2 años. Nota: En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable y la duración deber ser de al menos 1 año.
II. Presencia, mientras está deprimido de dos (o más) de los siguientes síntomas: 1- Pérdida o aumento de apetito. 2- insomnio o hipersomnia. 3- falta de energía o fatiga. 4- baja autoestima. 5- dificultades para concentrarse o para tomar decisiones. 6- sentimientos de desesperanza.
III. Durante un período de dos años (1 año en niños y adolescentes) de la alteración, el sujeto no ha estado sin síntomas de los criterios A y B durante más de dos meses seguidos.
IV. No ha habido ningún episodio depresivo mayor durante los 2 primeros años de la alteración. V. Nunca ha habido un episodio maníaco
VI. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico crónico, como son la esquizofrenia o el trastorno delirante.
VII. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (Ej.: una droga, un medicamento) o a una enfermedad médica (Ver depresión asociada a otras enfermedades).
VIII. Los síntomas causan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.




B) DEPRESIÓN MAYOR

La depresión mayor es un grave trastorno de estado del ánimo cuyos síntomas incluyen humor deprimido, disminución en el nivel de energía y en el interés por la vida, molestias físicas, cambios en los patrones de alimentación y sueño, así como pensamientos y movimientos ya sean lentos o agitados, la interferencia o el impacto de este problema en la vida del individuo es muy significativa, impidiendo su funcionamiento normal en todas las áreas. La depresión mayor no es una tristeza pasajera. Si no se obtiene tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses o años, sin embargo, un tratamiento adecuado puede ayudar a la mayoría de las personas que sufren de depresión.

Con frecuencia, la depresión mayor comienza entre los 15 y 30 años de edad, pero también puede presentarse en niños y ancianos. Todas las personas, independientemente de su edad, grupo étnico o económico, pueden sufrir de depresión. Más de la mitad de las personas que sufren un episodio de depresión seguirán teniendo episodios hasta una o dos veces al año si no reciben tratamiento. Sin éste, una persona con depresión puede llegar al suicidio.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión mayor?
El comienzo del primer episodio de depresión mayor podría no ser obvio si es gradual o leve, pero la persona por lo general comienza a comportarse y a pensar de una manera muy diferente a lo usual. Frecuentemente los síntomas incluyen:
· Estado permanente de tristeza o irritabilidad que no remite
· Cambios muy notables en el patrón de sueño, apetito y energía
· Dificultad para pensar, concentrarse y recordar
· Movimientos físicos lentos o agitación poco usual
· Falta casi total de interés o placer en las actividades que antes solía disfrutar
· Acusados sentimientos de culpa, de no valer nada, de desesperanza y de un gran vacío * Ideas recurrentes sobre el suicidio o la muerte
· Quejas y dolencias físicas constantes que no responden al tratamiento médico, por ejemplo, dolor de cabeza, molestias digestivas y dolor crónico




C) TRASTORNO BIPOLAR o MANIACO-DEPRESIVO

Se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de estado anímico elevado o eufórico (manía) y fases de estado de ánimo bajo (depresión). Los cambios de estado de ánimo pueden ser dramáticos y rápidos. En la fase depresiva pueden aparecer varios de los síntomas del trastorno depresivo. Durante los períodos de manía, las personas se encuentran en un estado anímico de exaltación anormal o se sienten inusualmente irritables, la persona puede estar hiperactiva, hablar excesivamente y tener una gran cantidad de energía. La manía afecta a la manera de pensar, durante los episodios de manía estas personas podrían tener una opinión extremadamente buena de ellas mismas o de sus habilidades, aunque poco realista; el trastorno también afecta a la forma de comportarse con los demás, pudiendo llevar a la persona a situaciones embarazosas como tener proyectos grandiosos o tomar decisiones de negocios descabelladas, metiéndose en graves problemas.

No todas las personas que están en fases depresivas o maníacas padecen todos los síntomas. La gravedad de los síntomas varía según la persona y también puede variar con el tiempo. No obstante, las características de cada fase suelen ajustarse a lo siguiente:

Fase de depresión.

· Estado de ánimo triste la mayor parte del día, apatía.
· Pérdida de interés o placer en actividades que antes eran gratificantes, incluyendo la actividad sexual.
· Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
· Sentimientos inutilidad y culpa excesivos.
· Pérdida o aumento importante de peso o de apetito.
· Disminución de energía, fatiga, agotamiento o inquietud e irritabilidad.
· Dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
· Insomnio o excesivo deseo de dormir.
· Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio; intentos de suicidio.
· Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza, trastornos digestivos.

Fase de manía

· Euforia anormal o excesiva.
· Energía excesivamente incrementada.
· Irritabilidad inusual.
· Pensamientos acelerados.
· Disminución de la necesidad de dormir.
· Conversación excesiva con cambios continuos de tema o idea
· Ideas de grandeza.
· Aumento del deseo sexual.
· Falta de juicio.
· Comportamiento inapropiado en situaciones sociales.



Finalizado este breve viaje por los contenidos y dinamismo de la DEPRESION, es importante mencionar que el paciente deprimido aprende durante el tratamiento psicoterapéutico a valorarse a sí mismo, a sostener su deseo, sus aficiones, sus habilidades, no dejando que los demás le destruyan porque ha aprendido a fortalecer su mundo interno y sus valores, deteniendo con ello, en plano secundario, el avance, fecundación y gestación del “cáncer del alma de nuestro tiempo” llamado DEPRESION.

Un Video Aquí Realizado por Instantáneas con el Tema Depresión.







Investigaciones Científicas y Psicoterapia. 
Psic. CÉSAR S. GÓMEZ SÁNCHEZ.
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Córdoba, Veracruz, México. 

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