Existe la Psicología?



Psicología Cotidiana: 
¿Ciencia o Ficción?, ¿Existe la Psicología?

Por

César S. Gómez Sánchez.




¡Que se me acuse de metapsicologo!,
¡Que se me acuse de mi exceso de filosofar en el campo de lo psíquico!,
¡Que se me acuse por acariciar mi Eros y Thanatos!,
¡Que se me acuse de traidor a lo establecido por la ciencia!,
¡Pero jamás se me acuse por mi amor a la vida,
por lo que represento y  por lo que he vivido!

Mi Nombre César Sinhué...
Hijo de Juan y Lucia...



            El gran problema al que se han enfrentado los grandes amantes del conocimiento a través de la historia, ha sido el contestar dos cuestionamientos clave en la existencia del ser. El primero que es propio de las ciencias en general, basado en una universalidad que es el de: ¿Qué es la realidad?; y segundo, propio de la psicología, caracterizado por poseer el sello de una reducción que va de lo universal a lo particular, concretándose en un juego en devenir como es ¿Qué es el hombre? y ¿Qué somos?. Sin duda, una dicotomía que hace nacer y fecundar la herramienta mas avanzada, compleja y debatida que el individuo haya creado en su transcurrir socio histórico, psicológico, económico y político que es la ciencia de la psicología. Pero la problemática hasta qué punto ha sido liquidada, hasta qué punto en verdad ha sido comprendida en la profundidad de sus contenidos, significantes, símbolos y manifestaciones por el ser.

Hoy recuerdo la definición tajante, primitiva, egocéntrica y narcisista de ciencia, que se dogmatiza como el grado total, máximo y absoluto de la certeza y validez. En el transcurrir del tiempo, las diferentes etapas de la historia han otorgado sus definiciones acerca de ciencia, que van desde el ideal clásico de la demostración mediante Aristóteles, Platón, los estoicos, Kant el cual introduce el sistema, Fichte, Shelling y Hegel, que no aceptaban la contradicción de los elementos, pues consideraban que estos deberían ser compatibles; A la descripción de Newton en el modernismo, compuesto posteriormente en un extremo positivismo de Comte con sus leyes en los fenómenos que eran consideradas como absolutas y anticipadoras, permitiendo así la manipulación y control de la naturaleza con la previsión de los hechos; y finalmente la postura de la auto corregibilidad de Cohen y la demostración de la falsación de las ciencias de Popper, la cual se ha esmerado en seducirme y ha sido respondida con una clara y firme postura de renuncia y rechazo. Como se ha podido percibir la primera y segunda posturas engloban la enajenante y obsesiva-compulsiva misión de controlar, sistematizar, estructurar y prevenir los fenómenos, afirmado la utópica posición de absoluto, mientras que la tercera se muestra primariamente seductora y flexible ante nuestros sentidos, y secundariamente como un ensayo y error capaz de reestructurarse y progresar ante nuestra razón y psiquismo. 

En la actualidad el positivismo lógico apoyado por el círculo de Viena, han realizado una mutación y mezcla de las diferentes posturas antes mencionadas concluyendo con su obra magistral denominado, método científico. Obra que podemos observar desde el escenario o la tribuna con la conformación de infinidad de proyectos de investigación que aspiran al status, reconocimiento e identidad de ciencia, respaldados en estándares y guías estructurales cerradas que se asemejarían a una excelente receta de cocina casera. El representante por excelencia en este juego de la búsqueda de la realidad, se encuentra Mario Bunge con su pomposa clasificación de las ciencias fácticas y formales, clasificación que nos catapulta hacia la problemática medular que nos compete, que es la existencia o no existencia de la psicología. 

Como es sabido la psicología pertenece según la clasificación de Bunge al territorio de las ciencias fácticas, y por lo tanto debe someterse a las reglas que el circulo de Viena y el método científico le exige, esto es, rendirse ante sus demandas, coartando y eliminando la esencia de las ciencias humanas y del espíritu, asumiendo en su lugar la comprobación y medición de hechos objetivos. Con esto no me extrañaría la renuncia de Lacan y Freud para formar parte de tan elegante, privilegiado y elevado grupo de intelectuales o de la farándula.

El sometimiento impuesto por parte del método científico a la psicología, la ha llevado a una crónica pérdida de la identidad, donde la decadencia, la prostitución y odio hacia la esencia del ser y su naturaleza humana, se manifiesta por un lado, con una indiferencia hacia la filosofía de la vida y la sospecha, mientras que por el otro, con la gestación de una psicología objetiva, una filosofía de la ciencia y finalmente con su obsesionado utilitarismo de la medición con la psicotécnia, reflejados en sus estudios cuantitativos, por tan solo nombrar aspectos generales. El sometimiento e incoherencia de la psicología se especifica en la estructuración de una psicología que ha dependido parasitariamente de la fisiología, biología, medicina, anatomía, las matemáticas y en el caso extremo de el ultraje hipócrita de algunas piezas del psicoanálisis, al cual la ciencia lo ha llamado ideología, con tal de alcanzar en su desesperada y mercantíl carrera el status de ciencia por medio de la perezosa y vulgar actividad de la estandarización o entidades seriadas. Un drama que no refleja la vida y existencia del ser, sino mas bien su muerte e inexistencia como individuo poseedor de una subjetividad que lo hace único y que simbólicamente lo une a la historia, la moral y una estructura psíquica, sin perder su estampa de individualidad y vitalidad. La incapacidad de la psicología apoyado en el método científico para comprender el ser, radica en la base del método, pues se percibe una atrofia con respecto a la percepción de la realidad, debido a que al alejarse de la subjetividad, el ser que describe esa realidad carece de un conocimiento intimo y reprimido que dicha realidad oculta, produciendo así una ruptura en la coherencia de los conceptos, juicios y razonamientos que va creando. Posteriormente el conocimiento atrofiado y desvirtuado es enviado a una verificación quebrantada e incompleta, que se adaptará a la comprobación y contrastación empírica creada por efectos de las ilusiones y fenómenos manifiestos de la realidad, traducidos como la fantasía y autosugestión individual, social y cultural del investigador. Dichos conocimientos serán aceptados, a modo que sólo explicarán una totalidad fragmentaria y mutilada de la realidad. De manera simple, se dice que al inicio de la estructuración del método científico, esté parte de un cuerpo previo de conocimientos aberrantes, que reaccionan sólo al polo del egocentrismo empírico o la materialidad absoluta, por lo tanto, su planteamiento del problema e hipótesis, serán degradadas a un mecanicismo primitivo, que condicionarán las pruebas experimentales y la valoración de los resultados. Ofreciendo como CONCLUSIÓN una anatomía de la psicología científica certificada por leyes, teorías y modelos. A éste respecto recordaré las palabras de Nietzsche en su ocaso de los ídolos, quien además negaba el valor de los sistemas que Kant adjudicaba a la ciencia: “Una ciencia puede perder su validez, cuando los individuos que la representan carecen de conocimientos y están subordinados a un saber, se estereotipa y se eliminan los caracteres científicos”.    

Ya Feyerabend invitaba a la gestación y fecundación de una nueva ciencia reaccionaria de los procesos del ser con su anarquismo metodológico, que afirmaba y sostenía, que el éxito de un método científico se logra a través de la inobservancia de las reglas vigentes de la ciencia y a la toma de los elementos de la irracionalidad en la investigación, negando con esto, cualquier criterio de demarcación y aceptando la importancia de las ideologías en el contenido de las ciencias. Pensamiento que nos lleva a la configuración y acercamiento íntimo con la metodología cualitativa, caracterizada por la libertad en la elaboración de los diferentes modos de investigar, donde por fin se toma en cuenta la subjetividad, la hermenéutica y los elementos ocultos de la realidad. 

La dicotomía no se cierra con este breve análisis hasta el momento, sino que prosigue en su recta final con la crítica hacia la psicología entendida como ciencia. En la clasificación de psicología me dirigiré a las de mayor relevancia como son: la racional, la psicofísica, gestáltica, behaviorismo y funcional. Muchos me cuestionarán, el por qué no aparece en esta clasificación el psicoanálisis o la psicología de las profundidades como muchos le han llamado. La respuesta es simple, el psicoanálisis es autónomo e independiente de la psicología. En algunos momentos Freud lo vincula explícitamente con la psicología, quizá por la búsqueda de una aceptación de lo científico en su época y en otros lo independiza y lo proclama implícitamente como única ciencia capaz de adentrarse en el ser, además de lanzar una tenue crítica a la psicología. Para esta afirmación, veo necesario el recordar dos de sus frases expuestas en el análisis profano: “El Psicoanálisis es una parte de la psicología... no representa, por cierto, la totalidad de la psicología, sino su infraestructura, quizá aún todo su funcionamiento”, “una psicología que no ha conseguido explicar los sueños, no podrá tampoco proporcionarnos una explicación de la vida anímica normal, ni tiene el derecho alguno al nombre de ciencia”.
Es claro observar que a pesar de haber transcurrido casi un siglo en que fueron expresadas estas líneas, la psicología tiemble ante ellas en sus más Íntimas entrañas. Y tienen motivos para hacerlo, debido a que en 1879 la psicología tiene su nacimiento formal como ciencia bajo la autoría del modernismo de Wilhelm Wundt con la estampa de una psicofísica o psicología empírica, que se independizaba de la filosofía, pero no negaba la influencia de esta. La psicofísica influenciada por la psicología racional y en especial por la introspección hace una mezcla entre el empirismo y las reacciones del espíritu, con la tarea de medir las relaciones entre ambos y así aproximarse a un conocimiento del ser. La problemática y limitante de la psicofísica es que no se adentra totalmente en el psiquismo del ser, pues la introspección funciona como un método que revela únicamente el contenido de la conciencia sin ir mas allá, mientras que lo físico se estanca en la comprensión de elementos fisiológicos, que hacen delatar una superficialidad en la comprensión del ser. El behaviorismo que tiene su inicio gracias a la influencia de la psicofísica, negando el método de la introspección, dirigiéndose únicamente a los hechos observables como es el caso de la conducta convertida en estímulos y  respuestas del organismo. Esta posición muestra la más grande de las limitantes y rencor hacia la vida, debido ha que depende en su totalidad de la fisiología, descartando con esto cualquier contenido psíquico, ocasionando una sutura y ruptura etimológica y epistemológica de psicología. Sin duda, la representación vulgar por excelencia de la descripción y comprensión del ser. A contraparte del behaviorismo surge la gestalt que se preocupa por la subjetividad del ser, centrada principalmente en los procesos de la percepción y la forma. Limitante que le delegaría en tiempos actuales a ser una teoría de apoyo en pedagogía. Finalmente aparece la psicología funcional con la limitante de sólo estudiar las funciones u operaciones  objetivas de los organismos  por medio de la unidad indivisible del estimulo-respuesta.

Hasta el momento se ha hablado de una esfera que expresa epistemológicamente las carencias de ciencia y psicología que imposibilitan la existencia de la psicología. Para la conformación de una crítica sólida y concreta hacia la psicología, veo necesario la introducción de una segunda esfera, donde la psicología adquiere un carácter de “ente” abstracto y material que dinamiza en una cultura poseedor de un psiquismo. Para ello, se A generado una doble tríada que reúne los elementos de la filosofía de la sospecha, las aportaciones del psicoanálisis y la metodología cualitativa. Como Ricoeur diría, los principales maestros de la sospecha son Nietzsche, Marx y Freud. Dicha tríada se respalda en la analogía con el aparato psíquico freudiano, desprendido de una reducción particular hacia una universal, con el objetivo de adentrarnos y comprender un ente como es la psicología. Su fundamento se basa en el establecimiento de tres partes importantes. El ello fungirá como la historia de la psicología (ideología-historiografía); el yo, como psicología del latinoamericano que muta hacia el contenido de los rasgos psíquicos globales del ser (inconsciente-hermenéutica- etnografía); y el súper yo, se visualizará como el código ético actual del psicólogo (Valores-hermenéutica). 

Las limitantes que envuelven a la psicología para su existencia, se hallan situadas en un entramado de vínculos, al cual se ha entregado sin dudarlo con tal de alcanzar a formar parte de una realidad vanguardista y tecnológica formada principalmente por el delirio, la ficción y el engaño. El entramado de vínculos se sujeta a una compleja elaboración de distintos elementos que mantienen un monopolio de la manera de percibir y existir en el mundo; el neoliberalismo, el postmodernismo y la cultura ligth aparecen desde fuera del ser con la tarea de introyectarse en las instituciones, precursoras de una oleada de vínculos, eslabones y ramificaciones que recubren todo aquello que contenga el simbolismo de lo humano. Las instituciones al verse contaminadas por esta nueva forma de adaptación, obligaran al ser a seguir en sus filas o a exiliarse. Un ejemplo de la exigencia a esta adaptabilidad, la encontramos en una de las mas poderosas instituciones que hace de su manera de percibir la realidad un concepto universal y global, que se estandarizará a todas las culturas que conforman el mundo. Tal definición pertenece a la OMS donde hace referencia de la salud mental: “Estado completo de bienestar físico, mental y social, con ausencia de enfermedad”. En la siguiente definición vigente, encontramos el idealismo absoluto de alcanzar la perfección, anhelo característico de nuestro tiempo, ¿acaso es posible alcanzar tal grado de divinidad y permanencia?, le preguntare a Maslow y Rogers. 


La economía expone a la psicología a un terremoto epistemológico y estructural, dañándola gravemente en cuanto a praxis. Hoy día la psicología se ha rendido totalmente a la oferta y la demanda de un capitalismo muerto y un neoliberalismo vigente, prostituyéndose a lo social, económico y sus altos niveles de producción, emparentándose con rasgos obsesivos-compulsivos que afectan en su ejercimiento y formación como ciencia. Además de sumarse a una concentración de teorías e ideologías de alto rango que se desprenden del desconocimiento mismo del “ser” basándose en cuestiones matemáticas y cuantitativas que reafirman y delatan una ignorancia y pánico al qué hacer y al descubrimiento. Ahora recuerdo las pruebas psicológicas como lo son el glorioso 16PF, MMPI, Wais, Raven,  cleevert  con sus ostentosos reportes de personalidad y psicometría, por tan solo nombrar algunos, que pretenden definir y dar un tratamiento a lo que el individuo muestra en esa estandarización de lo social, es una muerte de la personalidad del ser y una descripción de un producto con código de barras en la frente y pecho, “un tatuaje seriado”. La globalización económica ha hecho aparecer teorías que emergen de las cloacas, gestadas en oriente basadas en cuestiones de tipo religioso (hindú, orientales, new age), con la pretensión de vender una salud mental, psíquica y equilibrio orgánico a sus consumidores... Los individuos que siguen estas teorías son aquellos los cuales carecen de un sentido de la realidad, pues niegan su historia, cultura, tradiciones y modos de vida, generando con esto un elegante estatus de mantenerse a la vanguardia que la moda neoliberal exige, pero creando en la intimidad del ser sentimientos de ambivalencia y rencor hacia lo que representan. 

Es importante mencionar que las principales instituciones universitarias en psicología, se han rendido al monopolio de la objetividad y medición, sinónimo de vanguardia y tecnología, formando “entes” alienados que dirigen sus pulsiones y deseo al exterior económico, con formaciones positivistas, “LAE”, mercantiles, y marketineras... que buscan mezquinamente la remuneración económica valorada en el contexto de capital que la zona les ofrece. La psicología y sus instituciones se han convertido en un negocio con grandes ganancias, a lo que la institución formadora le interesa es el ingreso y egreso de “entes” que son producto y generadores de una ganancia en plata. Así las instituciones crecen y la formación y conciencia de clase de sus egresados decrece. Construyéndose una moda social donde los ingresados no se seleccionan por la vocación que esta requiere, sino mas bien por la capacidad de pagar tal proceso de introducción a lo social y al mercado de producción masiva. La producción desmedida y serial de las instituciones formadoras en psicología, han creado una dificultad para la elaboración de insigth en sus integrantes, las altas dosis de control de sujetación aparecen como un bloque de acero que impide la liberación psíquica intelectual; la sublimación se ve superada por la represión. El ser experimenta inconscientemente la represión de sus cualidades, que son transformadas en un juego ambivalente contra el padre creador, para finalmente convertirse en una neurosis depresiva y delirante a nivel intelectual y emocional, donde no hay cabida y espacio para la creatividad e imaginación; muerte y frenesí, sustentado por la preocupación de una formación vigorosa en tecnología y miserable en la adquisición de conocimientos de la psique. En el caso de la cultura, la material se manifiesta en un desarrollo altamente vertiginoso, donde la tecnología ocupa un lugar casi preponderante para la evolución de está, es sabido que una cultura depende en gran escala del sustento de lo material o tecnológico, pero en nuestro tiempo pareciera algo altamente peligroso y nocivo, debido a que se ha mostrado gran preocupación por mantener y lograr una vanguardia tecnológica al exterior que se delata con el planteamiento de una incoherente currícula universitaria. Este desarrollo de lo material ha ocasionado un desequilibrio en el avance de los grupos, dando cabida a la enajenación y al descuido de factores puramente psíquicos del ser y de la ciencia. Observamos este avance solo como una muestra benéfica en el arte de lo técnico y  las necesidades mercenarias de la civilización económica y política en si, pero que sucede con las necesidades y los pilares de una psicología, estas han quedado reprimidas en la cultura neurótica, donde la ciencia como es el caso de la psicología se mantiene como el máximo manifiesto de lo ideal vulgar. Se palpa una terrible alianza positiva entre cultura material y no material, que se ha creado por elaborados sistemas históricos que reflejan un desconocimiento psíquico y cultural masivo de los integrantes de dicha cultura. Esta afirmación se encuentra sustentada en esa transferencia de las necesidades objetivas y enajenadas de lo social, donde la tecnología en exceso y los principales principios de convivencia como son los valores, la ética, las normas y la moral, se ajustan de manera adecuada y perfectamente satisfactoria a las necesidades manifiestas del exterior, formando una doble cara que desvirtúa las necesidades subjetivas reales del “ser”, Resquebrajando la realidad en una pulverización de los valores mas íntimos del ser, que no es otra cosa que una  neurosis en su configuración mas inherente. Es aquí donde encontramos ese choque subjetivo entre cultura, sociedad e ideología, entre inconsciente y consciente, entre necesidades manifiestas y latentes, que demuestran una neurosis en la cultura plasmándose en la lucha encubierta entre cultura real, material y no material, de un lisiado hábitat que se es absorbido por el ser, desarrollando una realidad cultural desproporcionada y alejada de un sello y valor coherente. Con esto veo necesario recordar una de las frases de Marx: “La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas”.

Psíquicamente el ser posé una dificultad para adentrarse en el “yo” colectivo e individual, la represión y ambivalencia forma parte esencial de esta conjetura debido a que solidifica una amplia gama de máscaras como escudo, encargadas del salvaguardar el status quo. El resultado, una fijación al nivel del yo, entendida como anal sádica encargada en la retención y represión inconsciente de las necesidades de un “yo” individual y un imaginario colectivo, se asocia al placer del sometimiento del yo causado por el exterior y el interior. Esta retención se plasma en un mosaico donde hay cabida para dos tipos de excitación; la primera contenida por los niveles de castigo psiquico que se traduce como control permanente que la cultura ejerce de manera inconsciente sobre el ser; y la segunda por el desconocimiento, miedo y aceptación, que traza una violencia e incapacidad automatizada contra el “yo” en la fecundidad del insight, concretamente el tanatos cobra fuerza en la formulación de energía violenta contra si mismo y el exterior, instalándose en la sujetación, contención y castigo. La neurosis depresiva delirante o fruto compuesto, es introducido en el “Ser” de forma cíclica, “el emisor neurótico (socio-cultura), envía energía al receptor, está energía es evolucionada en el psiquismo del receptor con el contenido primario “néurosis”, transformándolo en depresión y delirio, para de esta forma, enviarla de receptor a emisor con un contenido secundario °neurosis depresiva delirante°, creando ir y venir de energía y pulsion interminable,  configurándose en un estancamiento, del ser”. La pena, tristeza, indiferencia, desaliento y aislamiento fecundado a partir de secuelas generadas por las conquistas realizadas a la cultura, ya sean militares, religiosas, políticas, económicas e ideológicas, justificaran la creación de un mundo imaginario o delirante, el cual consiste en la esperanza de una mejora o en la negación de una realidad, a este subjetivismo de displacer se le ha ignorado ocultándolo en las entrañas del “Ser”. La disociación del “yo” se adhiere a las sensaciones atemorizantes de vació y desintegración, síntomas comunes en las ciudades industrializadas y semi industrializadas.

El caminar herido de la psicología ha subsistido gracias a los soportes sólidos que la fantasía y delirio le ha otorgado en manos de los modelos económicos, políticos y científicos, que buscan principalmente el desconocimiento del “Ser”, beneficiando su codicia de poder y control de las grandes masas. Pero el deseo de Freud de crear una “revolución del espíritu que sacudiría la conciencia del mundo” no ha quedado concluida. La desintegración de los valores del “Ser”, el brillo de su estirpe ha desaparecido en una conquista tiránica de su belleza y sutileza, que lo catapulta a un laberinto de la soledad y deterioro. La instauración de los falsos valores fundados en la practicidad de los hechos y las actividades de las grandes ciudades que viajan en forma de moda a las pequeñas, ha ocasionado un ocaso en el hambre del conocimiento, la imaginación y la creatividad. 

Las interminables agendas y la alta adicción a los objetos desechables, demuestran un simbolismo que  hacen recurrir al ser para satisfacer sus necesidades a objetos superficiales y triviales que carecen de sentido real en la satisfacción del deseo psíquico. Bien se ha dicho que la bulimia y la anorexia son psicopatologías de la postmodernidad.

Es importante mencionar que aquellos seres que han tenido la capacidad motriz, intelectual, y psíquica para superar las adversidades decadentes que el medio les ofrece han sido exiliados de este hábitat. “la comprensión de la realidad es generadora de sentimientos de culpa, y por lo tanto de una extirpación con la realidad”. Al parecer en la actualidad la locura toma un matiz altamente fecundo, altamente envidiado...

La muerte de la psicología está hecha, la falsa utilización del concepto y su objetivo  queda en descubierto. Nuestra tarea, la lucha encarnizada que reivindique la naturaleza humana... concluiré con una frase de Marx. “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo”.

"El Siguiente Artículo, muestra una visión paradigmática de las ciencias Psi, por lo cual, no representa ningún vinculo con un egocentrismo paradigmático... por lo que asume y representa principalmente el pilar de la negación de verdades absolutas...."




Articulo Expuesto en:


XLVII Congreso de la Asociación Psicoanalítica Mexicana APM
Componente de la Asociación Psicoanalítica Internacional IPA y de
La Federación Psicoanalítica de América Latina FEPAL
“Psicoanálisis en la actualidad y sus aplicaciones a las disciplinas afines”
Tuxtla Gutiérrez Chiapas.

y


XI Congreso  de la Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo AMPAG
“El laberinto de los Paradigmas”
Pulsion, Estructura, Vinculo, Construcción
Social de la Subjetividad.
Querétaro, Querétaro.

Imagenes y Grabados Realizados por: 

Oswaldo Gómez 

Derechos Reservados.




Investigaciones Científicas y Psicoterapia. 
Psic. CÉSAR S. GÓMEZ SÁNCHEZ.
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